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Uribe avanza en su proyecto de reelección

9 de septiembre de 2009

Álvaro Uribe logró que el Congreso colombiano apruebe el referendo que lo habilitaría para otra reelección en los comicios presidenciales. Esta aprobación estaba cuesta arriba para los guerreristas no solamente porque este proyecto carecía de legalidad, sino porque muchos de sus legisladores estaban siendo investigados por su relación con los paramilitares (parapolítica), corrupción y vicios en la recolección de firmas para proponer el referéndum. Pero como por arte de magia, esta iniciativa que requería para su aprobación de 84 votos, se concretó de la noche a la mañana gracias a votos de legisladores de otras bancadas como del Partido Cambio Radical que, aunque lo nieguen, se daría en base a nuevos compromisos (léase sobornos).

A pesar que los Uribistas cantan victoria, éste todavía debe superar varios escollos: la sanción presidencial, que se da por hecho y, el dictamen de la Corte Constitucional que tiene hasta seis meses de plazo para pronunciarse y emitir un dictamen.

Con el referendo reeleccionista aprobado por el Congreso, para los impulsadores del proyecto, el tiempo en contra que conspira con su pretensión es superable, lo que hace suponer que el gobierno continuará violando la ley, presionando y comprando celeridad para lograr lo que matemáticamente es imposible.

Muchos de sus partidarios, aprovechando la popularidad del gobernante, pretenden mostrar a Uribe como el predestinado para “sacar adelante a Colombia” e insisten en la necesidad que el trabajo realizado por Uribe continúe.

En los sectores populares y de izquierda el rechazo a esta pretensión reeleccionista crece; pues, cuatro años más, sería desastroso para el pueblo que sufre su “seguridad democrática”; para la concreción de un acuerdo humanitario y la solución política del conflicto colombiano, puesto que el proyecto autoritario y guerrerista de Uribe y la oligarquía ha sido el principal obstáculo para la paz en Colombia.

Uribe y la oligarquía pretenden una segunda reelección para continuar la guerra contra el pueblo y mantener a los paramilitares y los carteles del narcotráfico en su gobierno. También para el imperialismo, la presencia de Uribe por cuatro años más en el gobierno es clave, pues éste es la garantía para que su proyecto bélico y de control del continente avance sin contratiempos.