La lucha por la independencia avanza

Puerto Rico, gracias a la acción del imperialismo norteamericano es una colonia, sometida a la imposición de la política de EEUU, condición ha sido invisibilizada en su gran magnitud, pues ante la opinión mundial se lo presenta como un Estado que se autogobierna bajo su propia Constitución, que elige a sus mandatarios y se autorregula por sus propias leyes. Pero casa adentro la realidad es otra, pues se trata de un pueblo al que se le ha negado su derecho a la auto-determinación, ya que según la leyes y normas norteamericanas, Puerto Rico sigue siendo una colonia pues, su soberanía es solo un espejismo que se desvanece cuando se mira el poder que este país imperialista ejerce en su territorio, solo para citar un ejemplo señalaremos que el Congreso estadounidense tiene plenos poderes sobre el archipiélago, la Cláusula Territorial establece que este organismo está facultado para disponer y formular todos los reglamentos y reglas necesarios con respecto al territorio y otros bienes que pertenezcan a los Estados Unidos, que el Congreso de este país es el único que puede reclamar soberanía y revocar los poderes que existen en la Isla, pues estos no son protegidos por la Constitución estadounidense. Vale señalar que esta clausula determina que el archipiélago de Puerto Rico es una propiedad de EEUU y no un Estado que forma parte de la Unión.

Su condición de colonia también está determinada en la injerencia en todos los ámbitos de la vida del país en los asuntos internos, en su imposición de la política económica, lo que se agrava cuando los grupos de poder, la burguesía dependiente y colonialista dirige el país a través de gobiernos que le apuestan a mantener el colonialismo o a convertir a Puerto Rico en el Estado 51 de los Estados Unidos como es el caso del republicano Luis Fortuño, del Partido Nuevo Progresista (PNP), Gobernador con el que se ha ampliado y profundizado la dependencia, el colonialismo y aplicación del modelo neoliberal; al igual que en otros países de América Latina, el Estado ha dejado el paso libre al capital y las privatizaciones y como consecuencia de ello se ha lanzado a la desocupación a cerca 30.000 empleados públicos, en la empresa privada a 100.000 trabajadores y se aplica una política de represión dirigida por un ex agente del FBI, se prepara a grupos especiales (FURA, SWAT) para enfrentar las movilizaciones populares que van en aumento, sindicatos y estudiantes que se movilizaron en contra de privatización de la educación y se criminaliza la protesta permitiendo el juzgamiento de los ciudadanos que participen en manifestaciones.

Frente a estas circunstancias el pueblo se ha movilizado exigiendo una verdadera soberanía e independencia política; en este camino han emprendido una serie de formas de lucha que van desde la participación en procesos electorales hasta la lucha clandestina y armada, frente a ello los grupos de poder y el imperialismo han desatado una brutal represión en contra de hombres y mujeres luchadores a los que persigue, encarcela y asesina como el caso del General del Ejército Popular Boricua-Los Macheteros, Comandante Filiberto Ojeda Ríos, otro ejemplo de la represión es lo ocurrido con los miembros de la Coordinadora Política Caribeña Latinoamericana de Puerto Rico que fueron condenados a cumplir penas que van desde 7 a 30 años de prisión.

A pesar de ello el pueblo puertorriqueño sigue luchando por su independencia y soberanía, reclama la desmilitarización del país; la libertad de los prisioneros políticos y de guerra, Oscar López Rivera, Avelino González Claudio y Norberto González Claudio; la salida de las agencias del gobierno de los Estados Unidos, con especial énfasis en las agencias represivas como el FBI, la fiscalía federal y el tribunal federal; El cese de la persecución y hostigamiento de los luchadores independentistas, la devolución a Puerto Rico de los terrenos ocupados por instalaciones del gobierno de los Estados Unidos.