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El soborno una forma de vida

23 de agosto de 2011

El miércoles 17 de agosto se movilizaron entre 60.000 y 70.000 personas en La India en contra de la corrupción que se presenta en este país. La indignación de la población frente a la corrupción sacó a la calle a decenas de miles de personas en la capital, que por primera vez en varias décadas dicen: ¡Basta!.

En un clima de rebelión, los habitantes de Nueva Delhi invadieron el centro de la ciudad, enarbolando la bandera de la Unión india y coreando consignas contra la corrupción y el primer ministro Manmohan Singh.

Muchos manifestantes confiesan que el problema de la corrupción les provoca a la vez vergüenza y rabia, porque se ven obligados a formar parte de un sistema contra el cual no tienen medios para resistir.

En la India, ni los ricos ni los pobres pueden obtener una conexión telefónica, una autorización comercial o el ingreso a una escuela sin sobornar a alguien. El soborno se ha convertido en una forma de vida.

En los últimos meses los escándalos de corrupción son muchos que han motivado que la oposición exija la renuncia del primer ministro, Manmohan Singh, que ha sido incapaz de parar los multimillonarios fraudes y estafas, y más bien el gobierno ha ido maniobrando para dar largas a las exigencias de la oposición y de la población que exigen la creación de una oficina anticorrupción autónoma y de amplio alcance.

Sin embargo es tanta la presión de las diferentes organizaciones de trabajadores, profesionales, estudiantes que en el mes de abril, un tribunal llevó a juicio al primer grupo de ejecutivos y directivos implicados en el mayor caso de corrupción del país, un escándalo de telecomunicaciones de miles de millones de dólares que ha debilitado al gobierno y desanimado a varios inversores extranjeros.

El escándalo de soborno es uno de tantos que han salido a la luz pública en los últimos meses, evidenciando la poca acción del primer ministro Manmohan Singh para detener estos actos de corrupción, y mucho menos castigar a los culpables como el caso del pago de comisiones por contratos de telefonía, que le costó al erario público 39.000 millones de dólares en un momento en que la economía nacional padece una fuerte inflación y altos tipos de interés.

La situación política que vive actualmente la India ha motivado movilizaciones en todas las ciudades del país, concentrando en la calle a miles de personas, ondeando banderas, gritando eslóganes y cantando canciones patrióticas. Además, una marcha en Nueva Deli reunió a más de 50.000 personas. También hubo protestas en Bombay y Bangalore.

Todas estas manifestaciones son la expresión del descontento de este pueblo y exige a las autoridades mano dura contra los atracadores de los fondos públicos.