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Aniversario de la derrota nazi

perspectivas y consecuencias

3 de junio de 2015

“La grandeza de la histórica victoria de la Unión Soviética en la lucha contra la Alemania fascista consiste en que el pueblo soviético no sólo mantuvo su Estado socialista. Se batió abnegadamente por un objetivo proletario, internacionalista: liberar del fascismo a Europa y al mundo entero para dar la ansiada paz a los pueblos martirizados por la guerra” (Mariscal de la URSS Gueorgui Zhukov)

Luego de la terminación de la II Guerra Mundial la situación internacional cambió radicalmente. Los países imperialistas de Europa terminaron destruidos, sus economías debilitadas, únicamente los EEUU reforzaron su posición.

El sistema capitalista en general quedó debilitado, el conflicto hizo que se agudizaran las contradicciones de clase, en varios países se intensificó la lucha de los trabajadores y los pueblos por el cambio social. La defensa heroica de la Patria Socialista sirvió de ejemplo a varios movimientos de liberación nacional.

La clase obrera de Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría Rumania, Polonia y Yugoslavia, dirigidos por los partidos comunistas asaltaron el poder e instauraron regímenes de democracia popular. En el caso de Italia y Grecia los norteamericanos debieron intervenir para impedir que eso sucediera. Durante el periodo de la posguerra, el avance de los movimientos de liberación nacional hizo que varias colonias y países dependientes declaren su independencia.

El 1 de octubre de 1949 se proclama la República Popular de China, antes de ella en 1945 se proclamó la República Popular de Vietnam; en agosto del mismo año la República Independiente de Indonesia; en enero de 1948 el imperialismo inglés tuvo que reconocer la independencia de Birmania, así como medio año antes (agosto de 1947) lo hizo con la India y Pakistán. El 3 de setiembre de 1948 se proclamó en Pyongyang la República Popular de Corea.

Antes de la Guerra el sistema socialista estaba imperante únicamente en la URSS, luego de la derrota del fascismo se había esparcido por todo el mundo; las ideas revolucionarias guiaban a varios pueblos, desgajando a parios países de la influencia del capitalismo. Esto hizo que los Estados Unidos a la cabeza del capital internacional iniciara una fuerte ofensiva por recuperar posiciones; el 2 de diciembre de 1946 se concertó un acuerdo entre EEUU e Inglaterra, al que se adhirió más tarde Francia, con el fin de unificar las zonas de ocupación de esos países en Alemania; en el verano de 1947 se lanzó el llamado “Plan Marshall”, en 1948 se firma en Bruselas la creación de la OTAN, en los propios Estados Unidos se inició el proceso de persecución comunista conocido como “macartismo” dirigido por el Comité de Actividades Antiestadounidenses y que significó una verdadera cacería de brujas donde se fichó a cerca de 66 000 acusados de ser comunistas o simpatizantes.

En la Conferencia de Yalta (del 4 al 11 de febrero de 1945), Churchill, Roosevelt y Stalin acordaron establecer una organización multinacional nueva que, a diferencia de la Sociedad de las Naciones, debía nacer de una conferencia internacional y de ninguna manera podía estar asociada a un reglamento de guerra. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue fundada el 25 de junio de 1945, en la Conferencia de San Francisco. Esta iniciativa política era la demostración del puesto a nivel internacional que la URSS se había ganado.
En el periodo de la posguerra las tensiones entre los dos sistemas se acentuaron, las provocaciones del imperialismos contra la URSS no se hicieron esperar, la invasión a la península de Corea que desataría en 1950 la guerra en ese sector, el constante hostigamiento contra los regímenes de Democracia Popular y que desataron los sucesos de Hungría, el crecimiento de la carrera armamentista ente otros, hicieron que los trabajadores del mundo impulsaran un movimiento mundial por la paz y que tuvieron en ese entonces a organizaciones como la Federación Sindical Mundial, la Federación Democrática de Mujeres y la Federación Democrática Mundial de juventudes como principales protagonistas.

Al analizar la situación internacional, luego de la II Guerra Mundial, el camarada Stalin la definía como “una crisis del sistema capitalista mundial en todos los dominios, una crisis que abarca tanto la economía, como la política. Además, se comprende que tiene por base la descomposición cada vez mayor del sistema económico capitalista mundial, por una parte, y por otra, la creciente potencia económica de los países que se han desgajado del capitalismo: la U.R.S.S, China y demás países de democracia popular”

El desarrollo de la influencia del socialismo, el avance de los movimientos de liberación nacional hicieron que la influencia del PCUS creciera; el partido se puso a la cabeza de la reconstrucción de la URSS, la restauración de su economía generó varios retos, pero también demostró varios límites: miles de los mejores cuadros políticos, técnicos y militares fueron muertos durante el conflicto; la disciplina férrea demostrada durante la Guerra había limitado los niveles de democracia a lo interno de la organización, para restaurar la producción se necesitó impulsar medidas que restauraban el mercado y en forma limitada la pequeña propiedad, eso hizo que vaya desarrollándose una casta al interior del estado que acaparó poder e influencia. De eso era consciente Stalin y enfrentó al interno del Partido la lucha ideológica, sus escritos sobre los “Problemas económicos del socialismo en la URSS”, “Respuesta al camarada Alexandr Ilich Notkin”, “Los errores del camarada Yaroshenko” son algunos ejemplos de eso, lastimosa mente la muerte lo sorprendió en medio de ese combate y no pudo derrotar la camarilla que se estaba gestando al interior y que luego asaltaría el poder y deshonraría la memoria del heroico pueblo soviético.