CES, 5 años de imposición e improvisación

Los organismos de control, Consejo de Educación Superior (CES) y del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces) se reconforman parcialmente con nuevos representantes de las universidades que han sido elegidos a través de concursos de méritos y oposición manejados desde el Consejo Nacional Electoral, conocido por su falta de transparencia e imparcialidad, los nuevos integrantes permanecerán en sus funciones hasta el 2021.

El CES y el Ceaaces han llevado a la universidad ecuatoriana a una situación de inestabilidad debido a la improvisación en la política educativa, la que justifican con la frase “Estamos en un modelo en construcción”, lo que ha perjudicado el nivel académico de las universidades. Se implementó de manera improvisada una política de recambio, obligando a importantes catedráticos a jubilarse, se han cerrado carreras sin hacer los estudios necesarios, se han violado los principios universitarios interviniendo instituciones de educación superior con fines políticos a nombre de garantizar la calidad, se han creado elefantes blancos como Yachay que requiere ingentes cantidades de recursos que muy bien podrían haberse utilizado para fortalecer las universidades ya existentes.

Por otro lado, la educación superior está cada vez más lejos de los jóvenes, el ingreso a ella se ha convertido en un privilegio para quienes pueden costear los cursos de nivelación para rendir el examen de admisión; la universidad pública se ha elitizado, miles de jóvenes están fuera de ella, solo en el 2015, de los 229.490 aspirantes que rindieron el ENES 30.866 se quedaron fuera del sistema; los que han podido ingresar están estudiando una carrera que no eligieron, miles de jóvenes han recurrido a la universidad privada y para ello antes de ingresar ya han hipotecado su futuro, pues, los costos de las pensiones en las universidades particulares son altos.